La isla de Tabarca es un lugar privilegiado para iniciarse en el snorkel. Gracias a su Reserva Marina y a la claridad de sus aguas, es posible descubrir una gran diversidad de peces y fondos marinos sin necesidad de experiencia previa. A continuación, una ruta sencilla pensada para principiantes.
Punto de inicio: Playa de Tabarca (playa central)
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Acceso: directo desde la playa principal de arena, frente al pueblo.
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Profundidad: entre 1 y 3 metros.
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Qué ver: bancos de salpas, lisas y alguna dorada joven.
Ideal para tomar confianza con la máscara y el tubo.
Tramo 1: Hacia la pradera de posidonia
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Nada paralelo a la orilla, a unos 50–100 metros de la playa.
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Profundidad: de 2 a 4 metros.
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Qué ver: salpas alimentándose, pulpos escondidos y estrellas de mar.
Es importante no apoyar pies ni manos en la posidonia, ya que está protegida.
Tramo 2: Calas rocosas cercanas
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Continúa hacia las pequeñas calas situadas a la derecha de la playa.
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Profundidad: entre 2 y 5 metros, con aguas muy claras.
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Qué ver: obladas, doncellas de vivos colores y, en ocasiones, meros juveniles.
Un buen consejo es llevar pan duro en un bote estanco para atraer peces, aunque lo recomendable es observarlos de manera natural.
Punto de regreso: zona de la Torre de San José (opcional)
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Para quienes quieran alargar la ruta, se puede continuar hasta las proximidades de la torre.
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Profundidad: entre 3 y 6 metros.
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Qué ver: fondos rocosos con erizos, pepinos de mar y bancos de bogas.
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Nivel: ligeramente más exigente, recomendable solo si ya se domina el equipo.
Consejos prácticos para principiantes
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Utilizar chaleco de snorkel o boya de señalización si no se tiene mucha experiencia nadando.
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Evitar las horas centrales de sol (13:00–16:00), mejor realizar la actividad por la mañana.
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Llevar gafas de sol polarizadas para observar el fondo desde la superficie, protector solar respetuoso con el medio marino y agua para hidratarse.
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No alejarse solo: lo ideal es ir acompañado para mayor seguridad.